▶︎ Todo Acerca de las Tortugas de Patas Rojas

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¡Reconócela a Simple Vista!

Una popular mascota con llamativos colores de concha, las tortugas de patas rojas son de larga vida y relativamente fáciles de cuidar. Son una especie de tortuga de aspecto estereotípico, con un caparazón grande que tiene marcas en sus partes superiores.

Si estás pensando en conseguir una tortuga de patas rojas, ten en cuenta que aunque no son mascotas de alto mantenimiento, viven mucho más tiempo que un perro o un gato. Sólo asegúrate de estar preparado para envejecer junto con tu tortuga de patas rojas antes de comprometerte.

Nombre: Tortuga de patas rojas (Chelonoidis carbonaria), tortuga de patas rojas, tortuga de Savannah.
Tamaño: de 10 a 16 pulgadas.
Peso: 30 libras.
Esperanza de vida: hasta 50 años en cautiverio.

Comportamiento y Temperamento de las Tortugas de Patas Rojas

A diferencia de otras razas de tortugas, las de patas rojas son bastante activas durante el día. En la naturaleza pasan la mayor parte de su tiempo cavando y buscando comida. Sin embargo, si han comido una comida grande pueden pasar hasta una semana descansando.

Las tortugas de patas rojas salvajes que se encuentran principalmente en América Central y Suramérica, son madrigueras prolíficas. Ellos excavan para buscar refugio. Hacen esto cuando la temperatura se vuelve demasiado alta y para esconderse de los depredadores. Se sienten más seguros en un escondite donde encajan bien, como el tronco de un árbol. A veces metiendo varias tortugas a la vez.

En la naturaleza las tortugas de patas rojas muestran un comportamiento social. Comparten comida y se reunen en pequeños grupos. No son demasiado territoriales con los sitios de anidación o alimentación a menos que dos machos estén compitiendo por una hembra.

En cautiverio estas tortugas muestran signos de timidez, escondiéndose o excavando cuando se sienten estresadas. En general prefieren no ser manipuladas. Como regla general los niños pequeños no deben manipular tortugas, debido a la posibilidad de infección por salmonela.

Alimentos y Agua

Las tortugas de patas rojas son omnívoras y comen una gama más amplia de alimentos que muchas otras tortugas. Es muy importante no sobrealimentar a estas tortugas con proteínas animales. Una porción muy pequeña de comida humedecida para gatos baja en grasa o carne magra (aproximadamente una onza para una tortuga de patas rojas) cada dos semanas es suficiente proteína animal si usted siente la necesidad de ofrecérsela a su tortuga.

Una variedad de verduras frescas, oscuras y frondosas harán una buena alimentación. Algunas como las de diente de león, endibia, mostaza y escarola. Asegúrate de controlar las proporciones de calcio y fósforo de estas verduras. Otras verduras y frutas también deben ser parte de la dieta de esta tortuga. Estas tortugas toleran la fruta mejor que muchas otras especies. Un suplemento de calcio y vitamina D3 debe usarse unas cuantas veces a la semana.

Alojamiento de Tortugas de Patas Rojas

Esta especie es nativa de las zonas tropicales y prefiere un clima húmedo. Se puede proporcionar una carcasa robusta y a prueba de fugas en el exterior y se puede utilizar un aspersor para aumentar la humedad si es necesario. La tortuga usará un sustrato fangoso y una cacerola con agua limpia.

Idealmente una tortuga de patas rojas tendrá un área densamente plantada con vegetación para un retiro fresco. Un refugio tipo perrera puede ser usado para tortugas adultas de patas rojas. Este debe ser calentado si las temperaturas nocturnas caen por debajo de los 65° o 70° Fahrenheit (18° o 21° C). Las temperaturas diurnas pueden alcanzar con seguridad los 95° F (35° C). Las paredes del recinto deben tener unas 16 pulgadas de altura y también deben estar a unos pocos centímetros por debajo del suelo para evitar que su tortuga de patas rojas excave y escape.

Si decide alojar a su tortuga de patas rojas en el interior de tu casa necesitarás un recinto grande (aproximadamente uno de cuatro pies por seis pies o más grande). La corteza de ciprés como sustrato ayuda a retener la humedad. Aunque el papel también funciona y es fácil de limpiar.

Iluminación

Una luz UVA/UVB es necesaria para un recinto interior ya que su tortuga no estará expuesta a la luz solar sin filtrar en su interior. La caja también debe calentarse con bombillas de calor especiales. Se debe proporcionar un punto de calentamiento de 95 grados con un gradiente térmico diurno que no sea inferior a 80° F.

Si el recinto de la tortuga cae por debajo de los 70° F por la noche, podría poner al animal en riesgo de desarrollar una infección respiratoria o hipotermia. Se debe proporcionar una cacerola de agua en todo momento para que su tortuga de patas rojas pueda caminar y el recinto debe mantenerse húmedo. Se debe colocar un escondite en el extremo frío del recinto para permitir que su tortuga tenga un lugar donde retirarse.

Las tortugas de patas rojas no hibernan pero pueden empezar a disminuir su velocidad durante los meses más fríos. Incluso si están alojadas en interiores.

Problemas Comunes de Salud

Te enlistamos algunas condiciones de salud a las que prestarle atención es primordial:

Pudrición de la concha: una enfermedad infecciosa causada por bacterias u hongos. Se muestra como manchas escamosas en la concha del animal. Es una afección de salud bastante común pero problemática que puede llevar a infecciones más serias y por lo general requiere antibióticos.
Deficiencia de vitamina A: causa inflamación de los ojos y otras infecciones. Las condiciones insalubres pueden conducir a infecciones del oído. Ambas dolencias desaparecen con el tratamiento antibiótico.
Infecciones parasitarias: sólo pueden ser detectadas durante un examen por un veterinario.

Cómo Elegir su Tortuga de Patas Rojas

Estas tortugas han visto una disminución significativa de su población en estado silvestre, debido a la pérdida de su hábitat natural y a la caza excesiva. Si desea tener una tortuga de patas rojas como mascota, debe obtener una tortuga criada en cautiverio por un criador de buena reputación.

Busque signos de putrefacción de la concha (descamación o formación de costras en la concha) que puedan indicar la presencia de una tortuga con problemas de salud. Las tortugas sanas no son súper cariñosas ni extrovertidas. Pero una que parece letárgica o que no responde también puede estar enferma.