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Los pájaros son mascotas maravillosas e inteligentes. Muchas personas consideran que estos amigos emplumados son un poco más fáciles de cuidar que las criaturas peludas, ya que no necesitan caminar al aire libre, comen menos que un gato o un perro y se pueden volver a meter en su jaula si es necesario. Sin embargo, las aves son propensas a ciertas condiciones de salud y es importante no volverte complaciente con su cuidado y crianza. Afortunadamente, existen formas sencillas de evitar estas afecciones de salud comunes y garantizar que tu ave se mantenga saludable y feliz.

Si tu pájaro alguna vez parece estar enfermo, llévalo siempre al veterinario. Es una buena idea investigar dónde está el veterinario aviar más cercano a ti, para que lo sepas en futuras emergencias.

Parásitos externos

Los ácaros y los piojos son los dos parásitos externos más comunes que afectan a las aves de compañía. Tu ave puede infectarse por el aviario donde compraste tu ave o por la vida silvestre que pasa cerca de tu casa. Tanto los ácaros de las aves como los piojos no son transferibles hacia o desde los humanos.

Los ácaros son criaturas microscópicas que no se pueden ver a simple vista. Causan un aspecto escamoso y con picazón en la cara o las patas de las aves de compañía y son particularmente comunes en periquitos y cacatúas. Hay otros ácaros menos comunes que pueden afectar los alvéolos y provocar dificultades respiratorias.

Los piojos, a diferencia de los ácaros, a menudo son visibles a simple vista. Son más comunes en los pollos, pero también pueden afectar a las especies de loros. Tienden a causar picazón y pueden provocar la pérdida de plumas y afecciones de la piel.

Si sospechas que tu ave puede tener ácaros o piojos, siempre consulta a con tu veterinario para determinar un tratamiento apropiado y efectivo. En términos de prevención, es importante tratar a tu mascota de los parásitos externos con un aerosol para ácaros y piojos cuando los lleves a casa del criador, y ponerlos en cuarentena de tus otras aves durante dos días antes de la introducción. Si tus aves están en contacto con la vida silvestre o tienen acceso al aire libre, vale la pena rociarlas una vez cada 6 a 8 semanas para mantenerlas libres de insectos.

Deficiencias nutricionales

pájaros mascotas

Las deficiencias nutricionales son extremadamente comunes en las aves y, por lo general, ocurren por una alimentación incorrecta o desequilibrada. La deficiencia de vitamina A, la deficiencia de yodo y los desequilibrios de calcio, fósforo o vitamina D son las enfermedades nutricionales más comunes en las aves de compañía.

Las deficiencias de vitamina A pueden ocurrir en aves con una dieta rica en semillas, ya que las semillas son deficientes en vitamina A. Esta deficiencia puede causar lesiones en la superficie de la boca, los ojos y la nariz, lo que provoca secreción nasal, estornudos, conjuntivitis e inflamación ocular, pluma de mala calidad y disminución del apetito. La deficiencia de vitamina A también afecta el sistema inmunológico y hace que el ave sea susceptible a infecciones. Para reducir el riesgo de deficiencia de vitamina A, siempre alimenta a tu ave con una dieta granulada de buena calidad y déjale semillas como un regalo ocasional.

La deficiencia de yodo , o bocio, también puede ocurrir en aves con una dieta de semillas. Los signos incluyen dificultad para respirar o sibilancias. Al igual que con la vitamina A, esta deficiencia se puede tratar con un cambio a gránulos de alta calidad.

Los desequilibrios de calcio, fósforo y vitamina D también ocurren con las dietas a base de semillas, especialmente si tienen un alto contenido de semillas de girasol. La escasa exposición a la luz solar, como ocurre a menudo en las aves de interior, también puede provocar desequilibrios. El calcio, el fósforo y la vitamina D son importantes para la salud ósea y neurológica, por lo que las deficiencias pueden provocar debilidad, temblores, convulsiones y fracturas óseas, así como huevos de cáscara delgada.

La exposición diaria a la luz solar directa restablece el equilibrio de vitamina D y calcio, además de cambiar a una dieta de gránulos de alta calidad. Cuando le des a tu ave acceso a la luz solar, asegúrate siempre de que tengan acceso a la sombra al mismo tiempo para que puedan moderar su calor, y asegúrate de que estén supervisados ​​o protegidos de los depredadores externos.

Obesidad

aves de compañía

La obesidad es mucho más común en las aves de compañía de lo que imaginas. Debido a su pelaje emplumado, es imposible saber si tu pájaro tiene sobrepeso con solo mirarlo. La condición corporal de las aves se evalúa palpando el hueso de la quilla, que es la cresta ósea que divide los dos músculos del pecho. El hueso debe sentirse presente sin demasiada carne cubriéndolo de ambos lados, pero tampoco demasiado prominente o en forma de cresta.

Las aves alimentadas con una dieta rica en semillas a menudo son obesas, especialmente si hay muchas semillas de girasol en la dieta. Las semillas de girasol a menudo se denominan ‘barras de marcha del pajarito’ porque son muy ricas en grasas y calorías.

La forma más fácil de evitar que tu ave tenga sobrepeso es alimentándola con una dieta base de gránulos de alta calidad y, en su lugar, deja semillas como un regalo ocasional. Si tu ave está acostumbrada a una dieta de solo semillas, nunca es demasiado tarde para cambiarla a una dieta de gránulos. (Sí, se enfurruñarán y se quejarán, pero eventualmente se acostumbrarán).