Las lesiones e infecciones oculares son comunes en los caballos. Esta es sólo una de las razones por las que debe revisar a sus caballos al menos dos veces al día.
Con un tratamiento oportuno, muchos problemas oculares se pueden controlar en pocos días. Algunas veces, un veterinario debe examinar el ojo, pero la mayoría de los tratamientos pueden ser realizados por usted, en su casa.
¿Qué son las Infecciones Oculares en los Caballos?
Las infecciones y lesiones oculares comunes en los caballos incluyen infecciones bacterianas, contacto con parásitos y heridas físicas. Los problemas oculares no tratados pueden volverse desagradables muy rápidamente. Los problemas menores pueden incluso causar ceguera si no se tratan. Si el ojo se infecta gravemente, las estructuras del ojo pueden erosionarse hasta que todo el ojo se colapse.
Síntomas de Infecciones Oculares en Caballos
Los ojos de su caballo deben ser claros, brillantes y los párpados apretados, con el interior del párpado de color rosa pálido y húmedo. El lagrimeo debe ser mínimo, con tal vez sólo una gota en el rabillo del ojo. A veces, si hay polvo, aire seco o viento, el ojo de un caballo puede irritarse un poco, igual que el tuyo.
Los síntomas que requieren tratamiento incluyen:
- Párpados cortados o desgarrados
- Párpados hinchados
- Daño obvio al ojo mismo
- Película blanca sobre todo el ojo o en manchas
- Ojo rojo o inflamado o de cualquier tejido circundante, incluyendo la esclerótica blanca y los párpados
- Lágrimas corriendo por la cara del caballo, lo cual puede indicar un conducto lagrimal roto u obstruido
- Secreción copiosa que no sea un chorro delgado parecido a una lágrima
- Tumores que crecen en o alrededor del párpado
Causas de las Infecciones Oculares
Al igual que los humanos, los caballos son propensos a la conjuntivitis, causada por irritación o por la entrada de bacterias en el ojo. Se presenta en los caballos de manera similar: enrojecimiento, hinchazón y supuración de pus. Esta infección requiere tratamiento con un antibiótico, generalmente gotas o un ungüento aplicado en el ojo.
La uveítis recurrente es otra infección ocular mucho más grave en los caballos que puede provocar ceguera si no se trata. También conocida como «ceguera de la luna», esta afección puede deberse a dos causas posibles: la infección por la bacteria Leptospirosis o el parásito Onchocerca cervicalis. Con mayor frecuencia en los caballos, la causa es la leptospirosis.
Los signos de uveítis incluyen entrecerrar los ojos (lo que indica sensibilidad a la luz), ojos nublados, coloración amarillenta de la parte blanca del ojo, escalofríos, fiebre, letargo, pupilas estrechas y espasmos oculares. Si nota alguno de estos síntomas en su caballo, llévelo al veterinario inmediatamente: La uveítis es de acción rápida y requiere un tratamiento agresivo y oportuno con antibióticos.
El parásito Thelazia spp. es la causa de un mal estado conocido como gusanos oculares. Esta condición se transmite de un animal a otro a través de las moscas, y es más frecuente en el ganado. Un veterinario tendrá que remover los gusanos del ojo del caballo con instrumentos quirúrgicos (usualmente un fórceps) mientras el animal está bajo sedación.
Tratamiento
Si su caballo tiene una lesión o infección en el ojo, utilice el botiquín de primeros auxilios de su caballo después de alertar a su veterinario.
- Debes tener sal o solución salina en el kit. Limpie el área muy suavemente con una solución salina. Si no tiene uno a mano (como la solución salina para los usuarios de lentes de contacto), puede hacerlo usted mismo. La proporción es de aproximadamente 1/4 cucharadita de sal de mesa por taza de agua hervida y enfriada a tibia. Debería saber a lágrimas.
- Coloque una máscara contra las moscas en el caballo para mantenerlas alejadas del área de los ojos.
- Si es posible, mantenga a su caballo bajo una luz tenue, como por ejemplo en su establo, hasta que llegue el veterinario.
Los desgarros en los párpados del caballo deben ser atendidos por un veterinario para que el párpado pueda ser suturado si es necesario. El veterinario también revisará si hay daños en el cristalino y cualquier cosa que pueda estar alojada en el ojo (astillas, restos de césped o arena). Un veterinario puede evaluar la salud general del ojo y puede ser capaz de ver problemas que no son evidentes para el ojo no entrenado.
El veterinario probablemente le dará un ungüento o gel para aplicar en el ojo. En algunos casos, puede extraer una ampolla de la sangre del caballo y hacer una solución de ella con la que irrigará el ojo. Con todos los medicamentos, asegúrese de seguir al pie de la letra las instrucciones del veterinario y de estar escrupulosamente limpio mientras se aplica cualquier apósito o ungüento.
Cuidado en el Hogar
Sólo porque veas una mejoría marcada dentro de unos pocos días, no deje de tomar el medicamento hasta que el curso completo haya terminado. Detener el tratamiento antes de que la infección o lesión esté completamente curada puede resultar en que la infección se vuelva a recrudecer y posiblemente causar más daño.
Cuando trabaje con un caballo con un problema ocular, tenga en cuenta que puede tener una visión oscura y estar un poco más nervioso de lo normal. Habla suavemente para que no sorprendas a tu caballo si caminas por el «lado ciego».
Cómo Prevenir las Infecciones y Lesiones Oculares
El entorno de su caballo debe estar lo más libre de polvo posible. Si el heno está polvoriento, o la ropa de cama está muy seca y polvorienta, humedézcala o utilice otro forraje o ropa de cama. Asegúrese de que los bordes afilados de los bebederos, edificios metálicos, tuberías u otros obstáculos estén cubiertos o sean inaccesibles. Golpee o tire de cualquier clavo viejo que pueda estar saliendo de las cercas u otras estructuras.
Muchas lesiones son causadas cuando los caballos están jugando o raspando, y esto es casi inevitable. Sólo hay que tener cuidado para que la casa de su caballo sea lo más segura posible.
Si sospecha que su mascota está enferma, llame a su veterinario inmediatamente. Para preguntas relacionadas con la salud, siempre consulte a su veterinario, ya que ellos han examinado a su mascota, conocen su historial de salud y pueden hacer las mejores recomendaciones para su mascota.