Los hámsteres son generalmente sanos, pero como cualquier animal, ocasionalmente pueden desarrollar problemas de salud. Las enfermedades más comunes en los hámsteres suelen afectar su piel, tracto digestivo o tracto respiratorio. Un hámster enfermo no come y está inactivo. Su pelaje puede estar sucio o mostrar caída del cabello. Puede estornudar o respirar con dificultad, o tener secreción nasal o de ojos. Un hámster con cualquiera de estos signos debes llevarlo al veterinario de inmediato.
Abscesos y enfermedades de la piel en los Hámsters
Las causas comunes de enfermedades de la piel en los hámsteres son las infestaciones de ácaros y la tiña. También pueden desarrollar alergias e infecciones cutáneas. El veterinario puede diagnosticar el problema mediante raspados de piel y cultivos de hongos. Ciertos tipos de ropa de cama, como el cedro, pueden provocar alergias o irritar la piel. Incluso si no estás usando virutas de cedro, intenta cambiar la ropa de cama que está usando para ver si ayuda a resolver el problema.
Los hámsteres también pueden desarrollar abscesos por cortes relativamente pequeños u otras lesiones en la piel. Un absceso es una bolsa de infección debajo de la piel que se llena de pus. Sospecha un absceso si el hámster tiene un bulto firme y doloroso en su cuerpo o dentro de su boca en el área de la bolsa de la mejilla. Un veterinario debe drenar y enjuagar el absceso y recetar antibióticos para tratar la infección.
Perdida de cabello del Hámster
La caída del cabello en los hámsteres se produce por muchas razones. Algunos hámsteres desarrollan calvas por frotarse con frecuencia contra jaulas o comederos. Algunos son masticados por otros hámsteres. Algunas infecciones pueden provocar una caída del cabello en parches. La caída del cabello también puede ser un signo de tumores suprarrenales, deficiencia de tiroides y enfermedad renal crónica. Habla con tu veterinario para ver qué se puede hacer para diagnosticar y tratar el problema.
Glándulas aromáticas en los Hámsters
A veces, las glándulas olfativas de un hámster, que se encuentran sobre las caderas en los hámsteres sirios y en la zona media del vientre de los enanos, se ven grasosas o descoloridas, pero esta puede ser su apariencia normal. Sin embargo, las glándulas odoríferas pueden desarrollar tumores, por lo que si crees que su apariencia ha cambiado, es una buena idea llevar al hámster a un veterinario.
Problemas digestivos en los Hámsters
Las infecciones bacterianas, el estrés y los problemas dietéticos se encuentran entre las fuentes de problemas digestivos en los hámsteres. El resultado son diarrea y una condición llamada cola húmeda. La cola húmeda se conoce más científicamente como ileítis proliferativa o enteritis regional. Es muy contagioso y común en hámsteres jóvenes que acaban de ser destetados. Los hámsters osos de peluche de pelo largo son especialmente propensos a la enfermedad.
Los signos de cola mojada son humedad en el área de la cola por diarrea, inactividad, falta de apetito y un pelaje descuidado. Un hámster con estos signos debe llevarse al veterinario de inmediato. Los hámsteres con la cola mojada pueden morir repentinamente. La diarrea puede resultar de una serie de infecciones o del tratamiento con ciertos antibióticos. La diarrea también se produce por cambios en la dieta, como comer demasiados alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras. Los antibióticos que pueden ser tóxicos para los hámsteres incluyen penicilina, eritromicina y lincomicina.
Los hámsteres con diarrea pueden deshidratarse rápidamente, por lo que es importante que beban mucha agua. Deja de alimentar con alimentos frescos y no se los vuelvas a ofrecer hasta que los excrementos hayan vuelto a la normalidad. Un hámster con diarrea debe llevarse al veterinario si la afección no se resuelve rápidamente.
Infecciones respiratorias de los Hámsters
Un hámster que estornuda, resuena o tiene secreción nasal o de ojos probablemente tenga algún tipo de infección respiratoria. Los hámsteres pueden contraer neumonía de los humanos, por lo que es importante no exponerlos a personas enfermas. Un hámster que muestre otros signos de enfermedad, como pérdida del apetito o inactividad, debe ser examinado por el veterinario de inmediato. La afección se puede diagnosticar mediante una tinción de Gram de la secreción nasal o ocular.
Diabetes de Hámster
La diabetes es otro problema común en los hámsteres. La diabetes ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o no puede usarla correctamente. Los hámsteres enanos son especialmente propensos a la enfermedad. Los signos comunes de diabetes son sed excesiva y micción, aunque estos signos también pueden ser indicadores de enfermedad renal o una infección de la vejiga. Si tu hámster muestra estos signos, debe ser examinado por un veterinario para un diagnóstico. La diabetes a menudo está relacionada con la obesidad, por lo que es una buena idea no dejar que un hámster engorde. Restringe el acceso a alimentos ricos en grasas como las semillas de girasol, así como a frutas y verduras con alto contenido de azúcar.
Problemas dentales en Hámsters
Sin el cuidado adecuado o sin acceso a material para masticar, los hámsteres pueden desarrollar problemas dentales. Los dientes de hámster crecen a lo largo de la vida del animal y deben desgastarse masticando. Si esto no sucede, los dientes pueden crecer demasiado y causar abscesos. Algunos dientes crecen a través del techo de la boca hasta la cavidad nasal. Los hámsteres con problemas dentales babean con frecuencia y no comen mucho. Pueden perder peso o desarrollar mal aliento. Los dientes deben ser recortados por el veterinario y la infección debe tratarse con antibióticos. Una vez que un hámster desarrolla problemas dentales, es probable que los dientes deban recortarse con regularidad durante el resto de la vida del hámster.
Hámsters envejecidos
A medida que envejecen, los hámsteres también pueden desarrollar problemas de salud. Una vez que tiene más de un año, un hámster puede sufrir enfermedades geriátricas como la amiloidosis, en la que las proteínas producidas por el cuerpo se depositan en el hígado y los riñones así como en otros órganos; coágulos de sangre en el corazón; Úlceras estomacales; tumores y enfermedad dental. La mayoría de estas dolencias no se pueden curar, pero se pueden controlar durante un tiempo con un tratamiento de apoyo.